miércoles, 13 de marzo de 2013

Puntos rojos sobre rojos que parecen negros.

Fotografía de habitación oscura, modificada Instagram.


Nada más lejos de la realidad es la ficción, y viceversa.

Una vez, leyendo a Coelho (leyendo como concepto y Coelho como optativo), había algo que me llamaba la atención, no transcribiré la frase porque no recuerdo exactamente cuál era, pero lo que recuerdo era algo así como: cuando sueñas lo que en realidad estás teniendo es una vivencia más de la que puedes sacar tanto partido como quieras, esto es: si sueñas que te enfrentas a alguien, al despertar sabrás exactamente qué es lo que se siente tener ese enfrentamiento, o si ganas un premio y recibes una ovación de aplausos, sabrás, por consiguiente, la sensación de qué es recibir ovaciones. Esto sirve como herramienta de ayuda en el día a día, según sus afirmaciones. Dice que la experiencia no necesariamente tiene que ser una vivencia física y que más allá de esto, puede ser incluso una vivencia intelectual, espiritual, etcétera.
Piénsalo un poco, quizá te convenza el portugués.

He visto una película que me recordó un sueño que tuve hace algunos meses. Iba de una invasión alienígena a la humanidad, pero que por causa del desorden organizativo de los aliens, eran dominados por el humano y llevados a vivir a una zona designada para ellos. Vamos, que la película reflejaba perfectamente un nazismo pero con otra estética para apaciguar las culpas. No entraremos en este tema, hablamos de mis sueños y en los míos no hay final feliz. El humano tras dominar a la raza invasora, los extermina y prepara una nueva invasión al planeta de éstos. Sé que es un rayote, pero yo no elijo mis sueños.
Luego me pregunto de qué mierda me sirve esta "experiencia", y más aún, me pregunto de qué mierda me sirven otras tantas experiencias: cosas que escucho, que leo, que veo, que pienso. Quizá herramienta, es verdad, pero, ¿por qué quiero tener herramientas necesarias para construir una casa si lo que quiero son herramientas para montar un barco?

Ahora mismo estoy teniendo una buena experiencia. Escribo, y espero que lo que saque de esto, sean herramientas para seguir vivo. Como hasta hora, o mejor, porque sé que es posible.

Por cierto, Coelho, coelhín, coelhón.

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