lunes, 10 de diciembre de 2012

Terrorífico.

AAF panorámico.


Hace unos días estaba hablando con un amigo sobre temas de terror, discutíamos qué es lo que puede provocarlo, si era el suspense o la acción desgarradora del acto de causarlo en sí. Él decía que el suspense si era bien logrado, y se refería a mantener una tensión adecuada para que el espectador (sea cual fuere el medio) siempre estuviera con la sensación de que "algo" va a pasar, logrando esa sensación de que en cualquier momento aparecerá el "malo", o que explotará la bomba en cualquier momento, entonces éso podía desembocar en terror. Decía que si se lograba crear estrés todo el tiempo, entonces tenías cocinado un suspense que seguramente desembocar en terror. Y en parte tenía razón, pero el terror no solamente es suspense, también hay terror con acción donde el malo de la película es un carnicero o un psicópata o un quién sabe qué que provoca una sensación terrorífica, que mata, que hace cortes mortíferos. El terror es un género muy serio, me dijo para concluir, luego me dió un papel y se marchó, en él estaba escrito lo siguiente:.
Cuando Miguel despertó, ya no tenía piernas, estaba tumbado en una cama metálica con  sábanas sucias que aún conservaban sangre, su sangre. No sentía dolor, pero tenía miedo, aquella habitación no era para nada acogedora y en ella había un punto terrorífico, y no solamente un punto, todo, en ella, causaba terror: la sangre en las sábanas, en el suelo; él sin piernas, a su derecha una mesilla metálica en la que estaba apoyada la sierra ensangrentada que quizá amputara sus piernas mientras dormía, la bombilla centelleante...   La habitación solamente tiene una puerta de acceso y una ventana con barrotes oxidados, más que un hospital, parece una celda con baldosas blancas en las paredes. 
Ahora le falta aire, Miguel siente que se sofoca, cada vez respira más rápido, su corazón parece que se colapsa, los pasos que escucha, cada vez están más cerca. Entonces sufre un infarto, su corazón se revienta dentro de él. Miguel muere sin saber cómo llegó ahí, ni qué será de su cuerpo mutilado.
El tiempo se detiene, de su pierna izquierda un hilo de sangre se vierte en el suelo. Todo está en silencio, su cuerpo yace sin aliento, la puerta se abre lentamente... 
No entiendo varias cosas del texto, y se lo dije, a lo que me contestó que no todo tiene por qué ser entendido, luego me hizo escuchar este tema:




"¿Lo notas tío?" "El qué", le contesté. "No hay el qué, pero no me negarás que lo notas". "Pues sí, noto algo", dije. "Ves, no todo tienes por qué entenderlo, hay cosas que se saben porque se sienten", me dijo sonriendo.

No hay comentarios: